Momento cultural del día

Evo

Bueno, sí, sí, estoy un poco lenta; y como mis seguidores me estaban reclamando era mi deber social volver.
En el día de hoy comenzaré comentando mis aborrecibles vueltas a casa en los distintos coches de la línea 113 de cada día.
Y también comenzaré pidiendo perdón si es que al presidente Evo molesto con mis pensamientos, pero es necesario para mí poder expresarme y no creo que él tenga ganas de enojarse conmigo ya que es muy simpático.
Bue, el tema es que a la ida no tengo mucho problema. Quizás alguna señora anciana molesta o hombres desquiciados por conseguir un asiento.
El asunto es la vuelta.
Cerquita de Barrancas empieza mi odisea.
Y ese bondi va hasta no sé, San Justo, ponele. Bueno, yo me bajo en Flores.
La cosa es que siempre se suben como 15 bolivianos, lo cual no es problema que sean bolivianos sino sus costumbres culturales.
Tienen un oloooorrrr.... que te hace respirar por la boca por la fuerza. Teniendo en cuenta que las ventanillas deberían ir cerradas en invierno y no paran de subir los pasajeros, la atmósfera se vuelve irrespirable.
Para colmo de males se me sienta siempre alguno al lado mío, por lo que me maldigo y me maldigo, porque previamente vengo maldiciéndolos por el hecho de estar cerca mío con semejante olor.
Y huelen todos igual. Por eso me pregunto todos los días, ¿qué comen? y ¿por qué no lavan sus ropas? y ¿por qué siempre tienen el pelo como si se hubiesen puesto kilos de grasa en gel? Bueno, descubrí la respuesta a mis interrogantes.
Y es que en Bolivia el clima es genial, no es necesario bañarte todos los días porque es un clima seco y el pelo te queda divino. Una vez sola crucé a Bolivia para comprar cosas para una carpa y volver.
En cambio Capital Federal es la aquerosa humedad de tu flequillo. Y los bolivianos no entendieron que se cambiaron de país. No. Y entonces no se bañan y piensan que no hieden a un regimiento de verdulerias.



Por eso, con todo el respeto que Evo se merece, le recomiendo que haga una campaña de concientización o que lo haga nuestro Macri, para que los vecinos bolivianos se bañen por repeto a sus otros vecinos, que realmente tenemos que tolerar sus malas costumbres.
Por otro lado, hoy tenía los ojos cerrados hasta que empiezo a sentir un olor muy rancio, bueno eran tres especímenes olorosos de la misma especie. Y el que diga que soy una racista es un pelotudo, que se atreva, eh, ¡eh! Esto fue el momento cultural del día.