Me tienen los ovoides por el suelo
(ovoides podríamos considerar a los ovarios en mi caso), los tsunamis de menores delincuentes y asesinos malditos que pululan en los noticieros.
No digo que no existan tales problemas. Pero como todo en las noticias de golpe el problema aparece cuando toda la semana se registran nuevos asaltos y asesinatos realizados por niños, que, oh, consumen paco. Cara de vieja horrorizada por favor.

Bueno la cuestión es que ahora es eso, y todo bien con los análisis posteriores a cada asesinato sobre qué hacer con estos chicos perfumados, pero acá me preocupa la gente mediocre que se cree todo. Se creen que los niños asesinos que empuñan un arma desde la cuna salieron todos juntos como de un hormiguero o algo así.
URGENTE. Mataron a un tipo de 34 años. Bueno convengamos que todos los días deben morir asesinados como quinientos tipos en algún robo, accidente o lo que sea, pero bueno, como hay que hacer un show ahora de cada muerto por un balazo "irresponsable" (claro, los responsables serían esos que matan a los delincuentes para la señora del barrio), resulta que de repente hay que agarrarse todos la cabeza y huir despavoridos. Entonces si matan mañana a un tipo en una fiambrería mientras compraba 150 gramos de jamón es todo una novedad y todos nos indignamos por la ola de robos, inseguridad y asesinatos.
Nació la
efedrina hace 5 meses. Nada más y nada menos. Ahora todas las farmacias y todo el mundo se relaciona con la ruta de la efedrina. Yo quisiera saber si va para Maipú, porque me queda de paso.
Un mes antes de que mueran los tres efedrineros me acuerdo que habían encontrado en una zanja a una familia, los dos padres y dos chiquitos (como les gusta decir a los periodistas, "dos chiquitos"), se venía la ola de muertos encontrados en zanjas. ¡Qué buena ondaaaaaa! Cuando saltan esos casos bien turbios a todos nos encanta. Y más si incluye familias enteras. Y chiquitos. Pero bueno, todos se pusieron a plantear hipótesis. Ah, pero ahora nadie se acuerda. Porque es más turbio y de novela lo de la famosa efedrina. ¡Hasta los famosos están involucrados! Se pone bueno.
En Recoleta, tipo, estamos todos como locos. ¡El violador serial no deja en paz a las mujeres! ¡No! Claro que en Flores no hay violadores, claro que en cualquier otro barrio no deben haber miles de pervertidos mostrando el pito. Pero es Recoleta, man, no da. Así que ahora estemos todos indignados por la ola de violaciones en barrios que no da ni ahí.
La ola de asaltos a ancianos (atacar al más débil: título muy común) ya fue. No existe más. Pasó de moda en la agenda.
La ola de violencia en los colegios y adolescentes que golpean a la más linda ya fue. Ah, cierto que terminaron las clases. Bueno, ahora seguro se vendrá la ola de alcoholizados en las fiestas de egresados. Qué indignación... eso en otras épocas no pasaba. Señora, los chicos de hoy sólo toman pastillas con alcohol o energizantes y no encuentran diversión en otra cosa, sépalo.
La gente sale a protestar en masa por la muerte de pirulo. Porque pirulo salió en la tele. Por eso.
Porque era buen chico, buen estudiante, buen compañero, buen...
Bueno, y nos olvidamos. Porque se viene una nueva ola.
Pero relájese, señora vecina. Ahora que se vienen las fiestas, nos quedan las novedosas noticias con los precios de la canasta navideña, cómo afecta la crisis en las compras de Papá Noel, cuántos ojos terminarán salidos por descorches y los Chasquibum que hacen ruidito serán los causantes de varias muertes.
Hasta otro tema.