viernes, 1 de febrero de 2008

El camino de los sueños

Duró poco, por suerte. Sólo una hora era lo que restaba para que me muera.
La desesperación del saber que a medida que pasaran los minutos y el dolor sería más fuerte hacían la muerte más horrible supongo yo, que la de cualquier otro ser humano.
Tenía un respirador, porque parece ser, que la muerte me visitaba lentamente, sacándome de a poquito, la capacidad de funcionar de mis pulmones. Me asfixiaba más y más, a pesar de recibir oxígeno, siendo ya era en vano el suministro. Total me iba a morir en, ahora, 4 minutos menos.
Tenía enfermeros o enfermeras y parientes, o no, alrededor, impotentes de ver tanta impotencia en mi. Ya está! Me estaba muriendo. Nadie podía hacer nada, pero yo menos!.
Lo peor de todo fue despertarme.
Esa sensación de todavía estar soñando, de por un instante pensar que realmente me estaba muriendo, y de al estar más despierta, decir, estoy viva!, todavía confundida, aparentemente por tal sueño.
En fin, no me llegué a morir porque me desperté.
Ahora que me acuerdo, hace basante tiempo ya (porque esto fue hace dos días) supongo que hace más de dos años, soñé algo parecido. Pero no era yo sola la que se estaba por morir, sino todo un condado. JAJA. Si, un condado, porque el escenario era una especie de barrio yanqui. Pero era Argentina. Supongo.
Todos conmocionados, esperábamos mirando aterrorizados por las ventanas de nuestros hogares (me imagino relatando esto cual noticiero de poca seriedad con un fondo musical realmente orquestal y dramático. Como cualquiera que podría ver en el nueve o el once.), observando a lo lejos, un meteorito rodeado de fuego, que aunque tenía el tamaño de una pelotita de tenis visto desde la ventana, iba acrecentando su tamaño segundo a segundo. Parece gracioso, porque lo es para mi. Pero recordar los pensamientos que tuve en ese momento es lo que más me llama la atención.
Me quería despedir de la gente que no tenía al lado, como ser, mi familia y mi novio, en ese entonces. Salimos todos los vecinos a las cabinas telefónicas más cercanas a nuestras casas. Con resignación y calma, esperábamos según el orden de llegada para tomar nuestro turno y hablar las últimas palabras, por teléfono, con la gente que más amábamos.
Nunca una tragedia, había sido tomada con tanta naturalidad en el mundo. En ningún momento el caos y la locura había abordado a todo el mundo con ese meteorito que estaba por matarnos a todos aplastándonos para morir en el acto.
Bueno. Todo el mundo. En las películas yanquis donde se rompe todo pero absolutamente todo el mundo sólo es Yanquilandia. Al resto del mundo no le pasa nada obvio. Pero según ellos, eso es el mundo. Yanquilandia.
América como les gusta llamarlo.
Ahora que lo pienso, ambas muertes sabía cuando me iban a atacar. Pero las tomé de diferente forma a cada una. A una con desesperación, llanto, asfixia, impotencia. La otra con resignación, calma y con silencio.
Espero no morirme jamás así. Me gustaría que sea durmiendo.
Ahora si, el sueño que más temí en la semana, y no puedo sacarme de la cabeza, era uno que me persiguió toda, pero absolutamente toda la noche. No sé si es que dormí tanto o no paré de soñar la misma historia que se iba transformando.
Cuando entienda cómo explicarlo, podré fijar acá las palabras.

7 comentarios:

Horario Medellín dijo...

pretendés explicar un sueño???... podès intentarlo... peeeeero... jeje... quién no soñó que moría alguna vez???... que fea sensación... por más que no haya caos... yo siempre sufro cuando me pasa... besotes... te quiero nena...

Silvina dijo...

Pretendo contarlo, y como no puedo ordenarlo se me complica. jajaaj



Mi amiga psicóloga sí, podría explicarlo, pero me da miedito. jjja

Roncadera dijo...

Peor es soñar que te faltan absolutamente TODOS los dientes! Eso le pasa seguido a un amigo...y no sabemos xq...si alguien sabe, avise, xq el pibe ls sufre

Horario Medellín dijo...

lo de los dientes es horrible!... y también soñar que te caes al vacío... a mi se me estruja el alma....

pd... no podes tener una amiga psicóloga... jua!

Silvina dijo...

Jaja, mi mamá sueña a veces eso. Se le caen los dientes.
Eso según dicen, es el anuncio de una muerte cercana.
Mejor tomemosló con pinzas y que no signifique nad jaajaj!

Saludos

Estoy bajo los efectos de sustancias amigas, así que no me hagan caso de nada de lo que diga. Podría escribir un post de completa farsa..


Adiós

marcelo dijo...

que feo los sueños en los que te despertas pensando que todo era real hasta que te das cuenta que era un sueño.
Estoy aca de visita muy lindo tu blog

PIER dijo...

Huy.. que sueños...
Pocas veces sueño que me voy a morir.. pero es una sensación de lo mas mala.. y eso que no le tengo miedo a nada..
Lo bueno de todo es que te despiertas y de das cuenta que nada de lo soñado es real..
pero te imaginarias si alguna vez.. te despertaras de un sueño.. y de tas cuenta que aún estas en el?.. que lo irreal se vuelva real?.. es para pensar..

muy lindo tu blog.. saludos.